He terminado de reescribir la reseña, que me tomó un mes en realizar... pero lo prometido es deuda (salvo que hablemos de youtube que ese es otro tema).
Estuve escuchando varias bandas de Punk setentero, dado que me he interesado por su evolución musical que derivó en las bandas de rock más modernas. Es extraño, sin embargo, como usando esa lógica puedo trazar cierta influencia por parte de otros medios que no sean la música como es el caso del cine. La Naranja Mecánica es un referente dada la probabilidad de ser pieza clave en la cultura denominada “alternativa” que conocemos hoy en día. Considerada una de las películas pioneras en lo políticamente incorrecto, narra las desventuras de un delincuente juvenil (Alex De Large) en un mundo distópico donde pandillas irrespetuosas de la ley se salen con la suya y las autoridades hacen la vista gorda. Por lo menos hasta que descubren una solución usando a Alex como conejillo de indias para un experimento siniestro.
Primero lo primero, mencionemos como se representa a los pandilleros en el filme: son una cosa extraña que mezcla violencia callejera con estilo y teatralidad. Alex y su pandilla visten ropas que los hacen ver como salidos de una obra de teatro por su pulcritud y la extravagancia de los uniformes. Parece que buscasen imitar las formas de un puñado de scouts en lugar de una pandilla regular de hooligans donde la vestimenta no tiene valor. Las escenas de acción son poco sucias en el sentido de contacto cuerpo a cuerpo. Los combatientes suelen usar toda clase de objetos para evitar peleas descerebradas de golpes y hay como que cierta estrategia a la hora de acertar un golpe o no. Se siente extrañamente simétrico y planeado, cosa que caracterizan todas las obras de Kubrick como si en el fondo hubiera una especie de orden detrás. El elemento estético cumple un propósito; remarca la personalidad de Alex: es este extraño personaje que más vale llamar una bestia salvaje que destruye lo que esté a su alrededor. Una vez clarificado aquello, uno nota que se busca un contraste con su estilo y sentido de elegancia para que sea, en parte, divertido de ver en pantalla por su intrepidez y bravuconería, aparte de dotarle de complejidad respecto a su personalidad, gustos y motivaciones.
Por esta profundización es que el público ha muchas veces sentido interés en lo que en esencia es un animal incivilizado. Es un bárbaro que cual Atila hubiera gustado tener bajo su control al imperio romano. Con Alex se juega esa idea: es un sujeto que disfruta de alta cultura como música clásica, es capaz de hacer referencia a películas y demás. Detrás de esa fachada el sujeto consume drogas, vandaliza, miente, abusa de sus padres y comete toda clase de delitos terribles. Para añadir otro paralelismo, sería parecido a ir a un zoológico y ver a los simios intentar comportarse como humanos.
Podemos decir que esto hace del filme un entretenimiento bastante animalesco puesto que despierta instintos de destrucción, sadismo y caos que son muy primarios en los seres humanos. Quiero decir, bajo cualquier análisis riguroso que uno se pueda hacer, Alex es un individuo que debería traer únicamente asco y desprecio, sin embargo, en la cultura popular se ha vuelto un icono de libertad y diversión. Capaz por eso la cultura Punk y sus derivados hayan agarrado muchos elementos de esta película. El desenfreno autodestructivo y antisocial habrán sido muy atractivos para los jóvenes de la generación Boomer que la vieron en su estreno. Por ello, no me sorprende que la hayan prohibido en Inglaterra dado que en efecto tenías un grupito de personas que podrían inspirarse en el siniestro protagonista y realizar toda clase de actos vandálicos. No lo justifico, pero entiendo la actitud de los censores al menos por ese tramo.
La película no es una glorificación de aquellos elementos; muy por el contrario, se deja en claro que lo que hace Alex le pasa factura una vez que este cae en manos de la ley. En buena medida su actitud psicopática es lo que lo lleva a tener muchos enemigos que le harán la vida imposible al irse la situación en su contra: su propia tropa de maleantes le traiciona y las autoridades lo brutalizan. Cabe resaltar que hay un giro de tuerca con relación a estas autoridades. Los policías que lo arrestan ejercen actos de brutalidad que no deberían formar parte de su carrera. Hay que remarcar como las mismas autoridades en gran medida han permitido que Alex se saliera con la suya, dado que dejaron espacio libre para que existan estas pandillas y sabían que estaban haciendo. Su cinismo e indiferencia permite el crimen, pero a su vez cuando atrapan a un criminal les da una excusa para tratarlo como un saco de boxeo. Es casi como si la diferencia entre Alex con ellos fuera meramente que unos siguen las reglas esperando que les permita descargarse con el primer cretino que atrapen. Dicho carácter se deja muy en claro cuando Alex se reencuentra con sus ex compañeros de pandilla que casi lo asesinan sin piedad.
La obra también tiene otro punto interesante relacionado a los métodos para solucionar la cuestión de Alex: el método Ludovico entra a colación. Es la técnica donde se induce un sentimiento de repulsión tan grande hacia la violencia al sujeto de prueba que acaba con un intenso dolor al ejercer o verla. Bien, este segmento funge como una sátira de las escuelas psicológicas que se desarrollaban en épocas previas al estreno del filme. En aquellos tiempos se trataba de crear un método de controlar el comportamiento de las personas por medio de implementar estímulos para generar la actitud deseada en el sujeto de prueba. Esta escuela psicológica es conocida como conductismo, la cual fue muy popular en USA en la primera mitad del siglo XX, con muchos de sus principios aún siendo usados a fecha presente.
Fun Fact, he estudiado psicología e incluso he realizado cursos de esta escuela de pensamiento y me sorprende lo muy al pie de la letra que se manejó en el film. El método es casi un calco del experimento del pequeño Albert realizado por Watson en los años 30s. He escuchado también comentarios sobre la relación con el MK Ultra, experimento ilegal llevado a cabo por la CIA entre los 50s y los 70s (década donde se estrenó la película). Ignoro que tanto haya tenido que ver este asunto con el desarrollo del guion. Lo que sí puedo decir es que filosóficamente tanto el MK Ultra como la técnica Ludovico tienen de base los mismos postulados: el humano es una tabula rasa; una hoja en blanco sobre la cual se puede programar la personalidad a favor de la sociedad cual máquina o programa de computadora.
La película parece buscar rebatir dicha posición dado la incapacidad de la técnica de cambiar la mente de los sujetos de prueba, y en su lugar trae a aquello un dilema respecto a los resultados. El principal opositor de lo que le hicieron a Alex no es el propio personaje, sino el obispo que lo tiene bajo su tutela en prisión. Su punto es que el cambio debería ser interno dado que, si se fuerza al criminal, sólo hay un cambio aparente y superficial, no a nivel profundo. Ello abre un debate entre las autoridades si se ve que el padre tenía su punto. Alex no cambió de personalidad después de la técnica; se ve puesto a raya. La primera expresión que saca cuando le dan de alta es hacer la misma mueca demoniaca que al principio de la película. También apela a cierta manipulación emocional cuando vuelve con sus padres, la misma que aplicaba con anterioridad de parecer su chico modelo con la misma forma amanerada de hablar.
Es aquí donde se deja en claro cual es el punto de la técnica, no es la de volver a las personas buenas, sino la de controlarlas como querían los conductistas, salvo que en este caso la técnica se demuestra ineficiente. Sin embargo, los miembros del gobierno argumentan que el punto era limitar sus capacidades cognitivas, cual violador al que se le induce una castración química. Por eso que lo dejan libre, si le pasan cosas malas da igual si es que deja de romper las pelotas. Eso explicaría que los abusos que sufre en cierto sentido son una forma de volverlo paria dentro de la sociedad. Una tercera postura es también interesante y es dada por el propio Alex respecto a como esta técnica puede ser usada para invalidar otros estímulos que son más neutrales y que no son necesariamente malvados. Es por eso por lo que la inclusión de música clásica en la película un rol interesante de nuevo. Con anterioridad cumplía la función de demostrar la naturaleza de bestia refinada del protagonista, casi con un aire iconoclasta como el satanista que hace aberraciones con una hostia. Ahora se vuelve un elemento de tortura; un arma sin tener ese su propósito original.
También me gustaría enfatizar el elemento político de la obra respecto a que lo más cercano que existe a un villano en la película, irónicamente una de las víctimas de protagonista. El escritor al que Alex hace su vida añicos es un activista político que desea hacer bien ayudándolo al verlo en una situación deplorable. Esto dura poco cuando recuerda que este fue el desgraciado que llevó a su esposa al suicidio por hacerle "ya saben que". Es entonces que busca sacarle información a Alex para poder usarla contra el gobierno por motivos ideológicos. La cosa es que por eso también logra cumplir su venganza personal contra Alex al casi conducirlo al suicidio. Incluso debe admitirse que había motivos de beneficio político desde antes de averiguar el paradero del protagonista, al llamar a sus amigos anti-sistema. El sujeto acaba por ser tan animalesco como el gobierno.
Este vendría a ser lo más cercano a un mensaje político claro dentro de la película. El mismo político que aprobó las pruebas con Alex se arrastra al final a darle comida con nula dignidad o respeto propio. Alex acuerda hacer campaña a su favor y demeritar al socialista escritor con tal de que pueda seguir siendo un vil criminal. En general es una película bastante pesimista y cínica respecto a la condición humana. Casi todas las figuras de autoridad son vistas como parecidas a Alex de una u otra forma. Son meras bestias que pretenden ser civilizadas, pero que cuando les conviene o pueden salirse con la suya no dudarán en ser unos cretinos. Ello demuestra que por mucho que una persona busque domar al ser humano, al final este sólo se acoplará al sistema por mero condicionamiento, no por una mejora personal de autorreflexión.
Este sería el mayor punto de inflexión respecto a la obra original. Anthony Burgess era un cristiano católico lapso, no muy diferente a buena parte de los latinoamericanos o europeos que leerán este escrito. Es por eso que buscaba plasmar una especie de moraleja cristiana de tener fe en la buena conciencia de los humanos. Por eso Alex al final recapacita y se vuelve una buena persona. También explica porque el personaje más agradable acaba por ser un obispo y no los políticos de ambos bandos del conflicto. Kubrick siendo Kubrick lo más probable es que no creyese en aquello y lo cambiase para sumarse mejor a la perspectiva atea que profesaba en muchas de sus obras: la existencia humana bordea entre lo civilizado y lo barbárico. Si bien es desesperanzador, al menos siguió con la filosofía satírica del filme. Alex lo más probable es que se vuelva un funcionario dentro del gobierno, al igual que sus antiguos compañeros devenidos en matones.
Bien, como pueden ver la mayoría de los puntos puedo resumirlos en una especie de ensayo explicando la exploración temática de la película y en breve un comentario de la psicología del protagonista reflejando la susodicha exploración. Eso se debe a que no puedo comentar mucho de personajes a nivel individual. Es una película de un solo personaje con todos los demás siendo de alguna manera una extensión del propio. Como ya lo mencioné, los funcionarios, políticos, activistas y criminales son versiones minis de este sujeto. No tienen mucho que pueda destacar de ellos a nivel individual, porque sólo resaltan con relación a los actos de Alex, en mayor o menor medida siendo productos suyos o reaccionando a sus actos. También tienen la manía de durar poco en pantalla y no volverse a tocar el tema a posteriori. Vean por ejemplo al obispo que fue el único que le tuvo algo de fe a Alex; ese tipo no volvió a tener protagonismo cuando acaba el arco del experimento.
Respecto a su narrativa, es muy unidireccional a consecuencia de aquello, lo que es otra tendencia en las películas de Kubrick. Sólo tienes una narrativa respecto a la presencia de un personaje, y cuando acaba lo dicho del personaje por escena, sólo se pasa a otro personaje que siga con la batuta del anterior. Esto se ve in extremis en Full Metal Jacket y The Shinning, pero también en Eyes Wide Shut con sólo una "acción" (por así decirlo) por escena en lugar de varias. Le dará un toque propio a sus filmes, como si cada toma fuera una escena en algún teatro donde deben preparar el set para la siguiente escena, pero vaya que limita la grabación de narrativas más orgánicas. Este carácter apolíneo de Kubrick debe ser tanto su mayor fuerte en cuanto a exploración temática y análisis psicológico como su talón de Aquiles porque hace parecer la trama como secuencias casi aleatorias de eventos imprevistos que le pasan al protagonista. Al menos puedo decir que no pasa con la misma virulencia que Barry Lyndon y que al menos sí hay conexión argumental entre eventos.
Aunque eso me trae a otro problema, toda la secuencia de castigo contra Alex es conveniente, siendo un calco de la secuencia inicial de sus crímenes. Es imposible que Alex casualmente se haya encontrado con todas las personas que asaltó de ese modo. Por poco y no veo a la vieja perversa y es sólo porque Alex la mató. De nuevo, esto se ve en otras películas de Kubrick como Eyes Wide Shut, pero debo decir que de nuevo no es tan virulento.
Si bien La Naranja Mecánica resalta por su extensa crítica social e incluso por meter temas tan extremos como sociología, psicología y hasta antropología, al usamos bien la lupa, la obra deja que desear. Su trama es escueta y torna todo en alguna clase de herramienta argumental. Ósea, hace lo mismo que las demás novelas distópicas hacían en esa época. Pero por lo menos puedo decir que es una película visionaria y que ha dejado su huella en la cultura popular. A su vez, su pesimismo me resulta algo esperanzador por paradójico que suene. Donde las demás distopias como Brave New World o 1984 decían que no había solución y que la humanidad se convertiría en un ganado sin solución esta película hace lo contrario. Un gobierno con todo el dinero del mundo no logró cambiar la naturaleza humana, sino que el elemento animalesco seguirá ahí por mucho que se reprima. Debe ser tal vez por ello que muchos quieren a Alex, es aquel salvajismo instintivo sin mascara detrás.